„La esperanza en números“: Experiencia del maestro Dany Efraín
Dany Efraín Reyes Sanchez, maestro del Portal Educativo
Recuerdo cuando estudié mi primaria en un centro educativo de mi comunidad y aunque no lo crean siempre fui ese niño callado que le daba miedo emitir un sonido en clases, al que algunos tildaban de un poco torpe y distraído. Tengo bien gravadas en mi memoria las imágenes de mis primeros maestros, tenía un profesor de matemáticas que se paseaba por el salón durante los exámenes era algo así como un fantasma con sus chaquetas enormes como sotana, a veces se ponía una de esas gorras sobre su cabeza, la típica cachucha que andaban los maistros d´se tiempo, su cuello bien fruncido, la nariz respingada y un diente le brillaba que se había arreglado con oro, un tipo bien particular como de´sos malvados y siniestros villanos de las películas de hoy en día, la verdad aunque los números no eran lo mío le tenía tanto miedo al profesor que terminé temiéndole a las matemáticas, recuerdo las caritas de todos mis compañeros, la mayoría emigraron, otros se nos fueron a donde ya no los podemos alcanzar allá en el silencio, y aunque los que nos quedamos en este mi país algunos dicen que es una acción sin sentido, para mí si tiene valor, me quedé porque uno no elige a donde nacer pero si donde crecer y vivir esta es mi tierra, esta es mi gente y uno se encariña de los buenos momentos aquí ; como comerte un mango con tus amigos sentado bajo la sombra de un árbol o invitar a tu amada a comer tres pupusas de esas buenas y ricas con el quesillo derritiéndose y quemadito, darle una peseta (moneda) al señor de la esquina que a veces no alcanza pal almuerzo o pal trago yo que sé ni que uno fuera supremo para juzgar las apariencias, el punto es que amo esta tierra y algo puedo hacer por mi pueblo, me encanta la risa de un par de cipotes de´sos tremendos, más cuando les faltan los dientes, son cosas en la vida que como bien dice el principito por allí: “hay cosas que solo se logran ver con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos”.
Un día como cualquier otro me encontraba conversando con una amiga cuando entre pláticas con sentido y sin sentido, me mencionó que en CONSCIENTE estaban solicitando profesores para un proyecto de matemáticas, interesado me puse a investigar al respecto, en seguida me acerque con mi currículum, con mis manos sudadas y medio nervioso porque decían que habían entrevistas, en seguida me dijeron que me haría un examen de matemáticas, genial otra vez estaba allí en una mesa con una papeleta con el poco de números, y aunque superé mi fobia a las matemáticas creo que aun me tiemblan los pantalones cuando escucho la palabra “examen” una cosa bien curiosa para alguien que ahora es profesor, termine mi prueba entregué el examen y a los pocos días me llamaron para ir a las capacitaciones, “uufff que alivio que aprobé esa babosada” me dije a mi mismo, me encontré con algunos que otros conocidos pero a la mayoría jamás los había visto antes en mi vida, es gracioso que en menos de una semana todo el equipo que trabajaríamos en el portal educativo parecíamos como si fuésemos una familia, supe en seguida que habían muchos más que al igual que mi, compartimos la idea de cambiar las cosas, de ser pilares que impulsen a nuestros niños a un mejor porvenir, entre risas, preguntas y horas de capacitación de matemáticas, de pedagogía y tecnología entre más conocía mejor se ponía además que la emoción crecía y la hora se acercaba, la hora de conocer a nuestros muchachos los alumnos, entre las capacitaciones conversando con mucha gente y aunque el nombre y las funciones son diferentes algo me queda claro todos somos hermanos, hijos de la misma patria, constructores de sueños, herreros de esperanza y artesanos de valores.
Antes de empezar con las clases para los chicos todos tuvimos una reunión con los padres de familia de los centros escolares, les explicamos en qué consistía el proyecto, muy emocionados la gente aplaudió el proyecto y se comprometieron a apoyar la iniciativa. Me pareció una cosa muy sentimental al ver los ojos de algunos ancianos que con ojos destellantes y apacibles como agua cristalina de la montaña, me decían “profesor gracias por tomar esta escuela en el proyecto para mis nietos”, sentí que en el corazón una cadena de compromiso se fortalecía para con la comunidad de el Divisadero, se me acerco una señora no tan mayor aunque su cabello pintaba ya unas canas y me dijo “que me alegro no sabe cómo le encantan las matemáticas a mija”, entusiasmado y con una enorme satisfacción nos retiramos del centro educativo. Bueno era domingo el último día de la semana, ese día en el que peleas con la cortina de tu ventana para que los rayos de luz no entren y donde te niegas a aceptar que es hora de levantarse, recordé que al día siguiente teníamos nuestra primera jornada con los alumnos en los centros educativos y debía asistir a la última reunión antes de empezar clases en el portal educativo. Fue una larga faena pero bueno que más podía esperar la hora se había llegado, esa noche recuerdo bien la luna estaba brillante un poco llena pero no en su totalidad, fue una noche un poco fría increíble para nuestro país con clima tropical, no sé si era fría realmente o la ansiedad y las ganas de comenzar con el portal educativo me hicieron confundir el tiempo.
Sonó la alarma, era tiempo de empezar, tras una fría ducha – bueno ni ducha ni que nada uno en este país se baña con un contenedor que le decimos “guacal” para poder echarnos agua sobre el cuerpo y quedar limpitos y olorosos – Desayune con un café muy bueno aunque le faltó un poco de azúcar pues estaba medio amargo y unas ricas tostadas me fui con muchos ánimos es aproximadamente una hora la que me tardo para poder llegar al centro educativo, más que divertido es una aventura viajar en el transporte colectivo en un país sub-desarrollado como el nuestro, llegué al centro educativo la puerta de la entrada principal es color azul algo ancha pero no tan alta, conocí a la directora y me instaló en el lugar donde inmediatamente me puse a trabajar para adecuar el aula a todos los alumnos y alumnas que conocería, me tocaba clase con niños de tercer grado que en su mayoría bien andan por los ocho o nueve años al verlos en el salón de clases con su maestro debo admitir que me intimidaron, se veían súper hiperactivos, al llegar al aula me di cuenta que estaba en lo correcto en verdad que son hiperactivos, al inicio los ordené porque no paraban de preguntar cuando comenzarían a utilizar las computadoras, que ellos querían aprender con las computadoras, y que por favor no los fuera a sacar del proyecto, al presentarnos creo que fue algo así como dicen los románticos nos encariñamos a primera vista, me enamoré de la risa de esos niños, tienen una melodía apacible que ni él mismísimo Beethoven hubiese sido capaz de componer tan maravillosa obra, sus miradas son tiernas y sinceras, todos están muy emocionados en verdad creo que no solo enseñaremos matemáticas también cambiaremos vidas. Al siguiente día a la misma hora hice la misma rutina solo con una pequeña pero a la vez gran diferencia, cuando crucé la puerta de entrada principal en pocos segundos de caminar me rodearon como unos ocho o diez niños, sin darme cuenta me dieron un fuerte abrazo y me preguntaron a qué hora iniciaría la clase, sorprendido contesté su interrogante con otro abrazó se despidieron de mí y me dijeron “lo queremos mucho profe” tras escuchar esa frase mi cerebro creo que se desconectó por un momento, no entiendo como los niños pueden ser tan nobles y benevolentes.
En mi humilde y sencilla opinión me hace feliz formar parte de un equipo tan comprometido como lo es el equipo del Portal Educativo CONSCIENTE, más que reforzar conocimientos matemáticos y subir en la escala de números y notas del sistema educativo, los adultos a veces nos enceguecen los números y dejamos de prestar atención a lo que en verdad es más importante y es que cambiaremos vidas, vidas que necesitan una luz de esperanza y palabras de aliento, de motivación y anhelo por superar nuestras barreras, inspiraremos niños a ser los siguientes transformadores de nuestra realidad nacional, seremos padres y madres de los que la vida les asigno que no tendrían, seremos hermanos d e aquellos que han perdido uno, transformaremos perspectivas motivando a nuestros alumnos, involucrando a sus padres y uniendo lazos de oro en las familias, abrazo la esperanza guardo en mis bolsillos la buena fe esto tiene que seguir, lucharemos por que así sea pues no dejaremos que esta puerta de oportunidades se cierre si no que con el paso del tiempo se vuelva más y más grande para que muchos pequeños en circunstancias adversas se abran mejores oportunidades por medio de los números, que se motivaran a perseguir sus sueños sin desmayar y finalizo esta mi afable intervención con un segmento tomado de mi poeta y escritor favorito, Salvadoreño hasta los huesos, como nosotros pero sobre todo muy CONSCIENTE de lo que buscamos y perseguimos.
“A quienes digan que nuestro amor es extraordinario porque ha nacido en circunstancias extraordinarias diles que precisamente luchamos para que un amor como el nuestro (amor entre compañeros de combate) llegue a ser en El Salvador el amor más común y corriente casi el único.“ (Roque Dalton)